Sigo con una sensación cercana al shock...
Anoche estuve cenando en casa de Amelia y Juan. De las primeras cenas seguro que han tenido ellas en su casa como marido y mujer... todo un detalle por su parte, hubo buena comida, muy buen vino, muestra de nuevos muebles y acabados, y también hubo fotos.
Hubo fotos porque tengo un proyecto en mente relacionado con las mismas: me gustaría reunir en un CD todas las fotos antiguas que tenemos cada uno de nosotros, los de nuestra pandillita, para que así todos tuviéramos las fotos de todos. Ardua labor de escáner, lo sé. Pero sería un regalo muy bonito...
Mis amigos ya lo saben, así que ya ha habido algunos que me han dado ya sus fotos antiguas y que ya he escaneado... anoche, aprovechando que estaba en casa de Amelia y Juan, ella me trajo su álbum.
Empiezan sus fotos desde el 95... ella tenía las originales de muchas copias de las mías propias... no pasaron muchas páginas de ese álbum cuando aparecieron las primeras fotos mías con mi ex-novia.
Durante muchos años después de que mi ex me dejara, ella ha sido un tema un poco tabú. Los que me conocen lo saben bien. Yo también puse bastante de mi parte, guardando todos sus recuerdos (incluidas las fotos desde el 95 al 99) en una caja que estaba ya olvidada en un rincón. Esa fué mi manera de salir de aquello y superarlo, superar la depresión que me hizo perder nueve kilos en su día... ojos que no ven, corazón que no siente. Y borré a Lorena de mi vida por completo. Borré sus teléfonos, quité sus recuerdos, olvidé sus fotos, dejé de llamarla y no fué fácil, pero aquello se superó.
Lorena, con el paso de los meses, sólo tenía una amiga común conmigo, que es Amelia. Un día de aquellos de los más duros, sentados en el Cañaveral de Castilleja de la Cuesta y después de mi enésimo bajonazo pr culpa de Lorena, le hice prometer a Amelia que jamás volviera a nombrar a mi ex en mi presencia. Me hacía daño.
Y así fué... Lorena se convirtió en un tabú con respecto a mí. Incluso recuerdo como mis amigos, al irme yo a vivir a Dinamarca, en principio sin fecha de vuelta, prepararon un álbum con fotos del grupo a lo largo de todos estos años. Y tuvieron mucho cuidado en que en ese álbum no apareciera ninguna foto en la que saliera mi ex. Yo lo noté al instante... y así lo dije:
-ya veo que habeis tenido cuidado en que no salga Lorena, eh?-
Así, con el paso del tiempo, el que ha ido quitando hierro al asunto he sido yo mismo. Volviéndola ya a nombrar con naturalidad cuándo en alguna conversación se hablaba de algo que pasó en aquellos años...
Anoche, ojeando las fotos, pregunté a Amelia y Juan si no la habían invitado a su boda (porque me extrañó no verla allí) y hablando hablando de cómo la relación entre las dos también fué decayendo con el tiempo, me enteré también de que Fernando, el padre de Lorena, murió el año pasado.
Yo no lo podía creer. Y encima por lo visto también ha sido de cáncer en la cabeza (incluso sentí miedo con ese dato)
Entonces me sentí muy raro. Una persona con la que tuve mucho trato durante cuatro años había muerto, el padre de Lorena ya no estaba, y yo me estaba enterando tarde, demasiado tarde.
Entonces... hasta dónde llegó el tabú?, borré a Lorena de mi día a día, y los demás también me la hicieron borrar, ya sea por acción o por omisión. Pero hay circunstancias en la vida en las que todo eso carece de importancia.
Ojalá pudiera haber estado ahí, el año pasado, para decirle a la persona con la que compartí mi vida y que me marcó tantísimo que simplemente lo sentía. Y que lo siento, por ella, por él, por Lina (su mujer), por sus cuatro hermanos...
Hoy me siento muy extraño. Sin saber qué hacer o qué no hacer. Supongo que así es la vida... y la que lo hace todo relativo:
La muerte.