3.9.04

visita a Dinamarca

Son las 4 de la mañana y en unas horas salgo de viaje a Dinamarca. Siguiendo los consejos de Fabián, me parece que no me voy a acostar, es la mejor manera de caer como un tronco en el vuelo y en mi caso, también en el tren.

Así que aquí estoy... haciendo tiempo. A las 7:40 me esperarán 2 horas y media de tren a Málaga y, después de esperar cerca de hora y media en el aeropuerto Ruiz Picasso, salir a las 12 de la mañana volando a Billund. Serán otras 3 horas y 20 minutos en el avión... un largo viaje después de todo.

Me acompañará mi discman y el libro de Saramago que estoy leyendo desde julio y que no tengo cojones de acabar... "el hombre duplicado" . Me lo recomendó Paloma, compañera de portugués III, pero hija... no hay manera: Saramago es un coñazo!, pero no me gusta ni abandonar un libro que empiezo a leer o una película que empiece a ver. Quizás cuándo vuelva el día 10 venga ya con esta historia leida y me anime con Paulo Coelho... veremos.

El caso es que mañana será la 4ª vez que llegue a Dinamarca en avión y la quinta en total contando la vez en que Fabián y yo entramos en el país en coche saliendo desde el ferry que lo conecta con Alemania... qué viaje!

5 veces!, quién lo diría!, ahora mismo recuerdo una conversación con Peter en el autobús camino del CBS (Copenhaguen Business School) allá en el 2002, cuándo casi por azar acabé haciendo mi beca Erasmus en el país nórdico. Aún no sabía hasta dónde llegaría mi historia con Sarah y le comentaba que pasara lo que pasara con ella, estaba claro que seguro que volvería a Dinamarca y a Copenhague. Aquella era ya mi segunda casa.

En aquel momento, quizás no me lo hubiera creido si me hubiesen dicho que para el día 10 de septiembre de 2004 no sólo iba a volver 4 veces más, sino que contando con esas veces, pasaría 8 meses viviendo allí. Trabajando, sufriendo, disfrutando... viviendo, en una palabra.

Hoy, Dinamarca y especialmente Copenhague forman parte de mí. Fueron experiencias que me han marcado. Primero la época Erasmus, de enero a junio del 2002, de una manera, y sobre todo, la época de sufrido emigrante de diciembre de 2002 a julio de 2003. Esa última etapa es quizás la más importante de mi vida... sobre todo de mi vida adulta.

Porque ahí me hice más adulto. Los que me leeis ahora, la mayoría, ya conoce cómo lo pasé en aquella etapa. Los meses de estar sin trabajo, las penurias económicas, los intentos fallidos de encontrar empleo, lo poco edificante del trabajo que pude encontrar, las ganas de volver, la añoranza...

Pero con el tiempo, aquello marca, pero se supera y la fuerza en el recuerdo es menor que la de los buenos momentos: la sensación de estar en TU casa, el orgullo de pagarlo TODO con tu esfuerzo por primera vez, los buenos momentos con Sarah... las tardes de tartita y café, las cenas en Nørrebro, esos shawarmas y esas pizzas en Shamir, el ir prosperando poco a poco: aquel mes de junio-julio cuando se acabó el fregar platos en la Lanterna y empecé a enseñar español, la buena gente que conocí en esa etapa... Mariane y Peter, Alfonso, Banzi, Mille y Miguel, Álvaro, Laura... más los que ya había: Aquel memorable viaje a Hamburgo a ver a Maná con Sarah, Peter y Guillaume... tantas cenas en Emdrup, la visita de Jose y Marta...

Con el tiempo, incluso recuerdo con una especie de cariño los meses en la Lanterna, aquel restaurante italiano de dueño italo-uruguayo, con auténticos personajes como Massimo, mariconeando de broma siempre que podía o Banzi, ese loco pinche que aun debe estar ahí. Aquellas pizzas margaritas que Alfonso nos ponía a todos para cenar o el perfeccionista de Vincenzo, el chef.

Me acuerdo mucho de todo aquello. Incluso hoy día hay veces que salgo del obrador de la heladería con la bandeja del lavavajillas llena de vasos limpios diciendo "attenzione!", o "occhio!" (ojo!) pidiendo cuidado, que voy. Siempre me acuerdo de Miguel, el jefe y dueño, que me dijo el 1er día que si había mucho trabajo habría más dinero, "tampoco soy un hebreo", dijo. y Massimo, diciendo que si alguna vez quería algo de beber, que lo pidiera, "qui se labora", es normal que bebamos algo... por eso me acuerdo de ellos cuando les digo a Luisa o a Helios que si se quieren tomar un helado, que lo hagan. Es lo que puedo ofrecer, aunque a Noe o a mi padre no le haga eso mucha gracia.

Y bueno, mañana vuelvo a Dinamarca, y espero que la semana que viene vuelva a Copenhague, donde un día llegué con mi FIAT punto y desde dónde Sarah y yo volvimos haciendo un inolvidable viaje por Europa. Dinamarca, Denmark en 2002 y Danmark en 2003, Copenhagen en 2002 y København en 2003. Un primer año que lo viví en inglés, internacional y un segundo que lo viví en danés, local... experiencias, vivencias.

Quién lo diría, y todo por Sarah... go´dita, ves la influencia que has tenido en mi vida?. Pués esto sólo fué el principio.

Vi ses i morgen...