29.8.04

empezó la liga mientras Argentina ganaba el oro.

Muchos "posts deportivos", lo sé... os prometo que la cosa cambiará, sobre todo con la próxima visita a Dinamarca, pero de momento, entre los JJOO, la previa de la Champions y el inicio de la liga de fútbol, los acotencimientos se suceden.

Será que escribo de deporte porque pasan pocas cosas en mi vida últimamente. Ahora mismo es sábado por a noche y aquí estoy, en casa, no he salido (una vez más) y aunque quisiera, salir está complicado: casi todo el mundo está en la playa, aprovechando el último fin de semana de agosto.

El caso es que mucho tiempo de estos tiempos muertos entre la rutina del trabajo-casa, casa-trabajo lo ocupa el deporte, lógico.

Y hoy empezó la liga de fútbol 2004/05. El Betis empató a 1 en Soria en un partido con poquito fútbol, en un campo hecho un patatal y con poca historia. Esperemos que a medida que pasen las semanas, el equipo vaya a más, porque hoy... pocas razones para ilusionarse.
Pero ilusionarse es algo innato en el bético. Todos los años igual: el entrenador, si es nuevo, es el mejor del mundo (mientras no se demuestre lo contrario), y los fichajes son jugadores espectaculares que van a ser las sensaciones de la nueva temporada... así es el bético. Y así soy yo, lógico.
Luego pasan las jornadas y empiezan las dudas (salvo raras temporadas), ni el entrenador te va a hacer campeón de Europa ni ese fichaje va a ser el máximo goleador de la liga... (jeje, esto debería ir por Martín Palermo, que me causó justo las mismas sensaciones que describo ahora)
En fin... paciencia, el bético es así. Se ilusiona con su equipo, es paciente con él y se conforma con muy poco. Quizás deberíamos pensar diferente y a lo mejor no llevaríamos un sólo titulo desde 1977.
Entretanto, Argentina se llevó la gloria olímpica en baloncesto. Enhorabuena para ellos. Lástima que Lituania no pudiera ser bronce y al final mis amigos los chavales de los EEUU se subieran al podio para recoger dicha medalla.
Y bueno. Todo esto no es sólo un reflejo más de mí: el Dani bético y amante del buen deporte.