8.3.05

adios, Lala.

No pensaba yo que después de varios días sin escribir, con mil ideas en la cabeza para posibles posts, frases pre-diseñadas en mi cabeza y posibles títulos, fuera este el siguiente mensaje que escribo:

El jueves murío mi abuela paterna.

La gente que ya sabe la noticia suele preguntar lo mismo: "¿era muy mayor?", como buscando en la "ley de vida" un posible consuelo a la noticia... y sí, era mayor, 84 años, pero nadie en nuestra familia lo esperaba: la Lala nunca estuvo enferma, sólo pisó hospitales por huesos rotos... siempre pensamos que era la clase de personas que podría llegar a los 100.

Pero hacía ya unas semanas que se afixiaba un poco... el corazón le avisaba de que estaba cansado... fue demasiado rápido para encontrar un especialista mejor que el que tenía.

De todos modos, cuando el jueves a la 1 de la tarde mi teléfono sonó y la voz temblorosa de mi hermano me dijo que "había pasado algo terrible", no podía creerme que eso de que "la Lala ha muerto" era verdad.

Cuando llegué al centro, me dirigí primero a casa de mis padres... esperaba que después de la llamada, ya todo estuviera solucionado, que ya hubiera venido el coche fúnebre, que no tuviera que verla muerta... pero no fue posible. Allí no había nadie, y fue entonces cuando caminando hacía la calle San Pablo, donde vivía mi abuela, realmente me fue entrando la angustia.

Toda la pena que no sentí con la llamada afloró cuándo mi hermano abrió la puerta con la evidencia de unos ojos que habían llorado... La manera de sentir va cambiando, y entonces, entré en la habitación.

Allí, mi padre, mi madre y mi tío frente a la cama. El cuerpo destapado de la Lala, los ojos entreabiertos, la boca abierta con un color en su cielo morado, y la piel blanca, pálida... era la primera vez que veía un cadáver.

Y no pasó mucho para derrumbarme. La imagen de mi tío a sus 60 años, cogiendo de la mano a su madre y besándola la cara, llorando como un niño fue lo que tuvo la culpa. Llorar fue necesario.

No sólo no fue posible no ver al cadáver, y tener el último recuerdo de mi abuela comiendo merluza en El Candil en el cumpleaños de mi hermano, no... también la tuve entre mis brazos sujetando el cuerpo para ayudar a meterle la camisa... en estos días, cuando cierro los ojos, lo que veo es la cara sin vida de mi abuela balanceándose hacía mí por el esfuerzo que estábamos haciendo. No lo olvidaré.

Pero no os mentiré: cuando mi hermano me dijo lo que había pasado a la 1, sentí pena, pero no es la que uno presupone que va a sentir cuándo muere un abuelo.


Mi abuela era una persona especial. No correspondía a la imagen de "ABUELA" con mayusculas que uno tiene. Esa que es de una ancianita maternal y acogedora. No, mi abuela era desconfiada, llena de miedos y recelos, esclava de la vida que tuvo.

Pero cierto es que uno no tenía ganas de pasarse las horas con ella... no la culpo. Resultaba cansina tanta preocupación, tanto "ten cuidado cuando salgas", "cuidado con los amigos", "no dejes encendido el gas", "cierra las puertas"... esos miedos que le hacían hasta desconfiar de su propia familia, con detalles que no vienen al caso.

Pero así fue ella: una persona que no salío nunca de casa, que lo más lejano que visitó fueron las playas cercanas, que jamás subió a un avión. No tenía mundo y todo lo encomendaba a sus rezos y a sus santos.

Pero nos quería. Su manera de querernos nos agobiaba, cierto, pero sé que no pasó una noche en la que se acostara y que no pidiera por cada uno de nosotros, sus nietos y sus hijos y familia... esa era su manera de amarnos, y sus llamadas a todas horas y mi padre y a mi tío eran la señal de que su sinvivir era su familia. No tenía otra cosa.

Nunca quiso molestar a nadie... no quiso venir a vivir a la parte de abajo de la casa de mis padres (y de mi tío, que uno vive en el primero y el otro en el segundo), quiso vivir sola y sola murió. Supongo que es lógico que fuera así... pero nadie debería morir solo.

Pero sola estaba. Murío durmiendo, supongo que como ella hubiera querido: sin molestar, sin haber hecho que nadie hubiese tenido que cuidarla, limpiarla, ayudarla a incorporarse... murío en paz.
Quizás no la echaremos tanto de menos como realmente se merecía, pero ayer, trabajando y estando junto a mi padre, el teléfono sonó y él dijo lo que yo pensé por inercia:
-"Mi madre"-
No, seguro que la echaremos de menos más de lo qué creemos.
Un beso, Lala.

13 comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Un besazo para ti...Y ya sabes, aunque esté en BCN, aquí estamos para lo que haga falta!!!

1000 besazos primo!

8:48 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lo siento mucho... Un abrazo muy fuerte.
Speedy

10:02 a. m.  
Blogger UnderPressure dijo...

Lo siento mucho Dani, de verdad. Me acabas de recordar el dia en que murio mi abuelo. El estaba ingresado en el hospital ya hacia varias semanas, asi que su muerte no fue nada placentera. Poco a poco se podia ver como su cuerpo se iba deteriorando mas y mas, fue terrible, sobre todo para mi madre y mi tia, que estaban alli a diario. Al final ni podia hablar, ni conocia a nadie.
Yo, al contrario que tu, cuando el fatal momento llego me negue a entrar en la habitacion para ver el cuerpo yaciente de mi abuelo. No queria, simplemente, verle muerto. No queria que mi ultimo recuerdo fuera negativo. Lo siento, no se si hice bien o mal, pero asi fue. Fue un impulso y medicos, enfermeras e incluso gente que estaba por los pasillos me decia que entrara a verle y despedirme, pero yo no quise. Prefiero tenerle en mi memoria dando alguno de aqullos paseos largos a los que me llevaba cuando yo era niño, o viendo juntos algun partido de futbol y criticando a Butragueño, al que mi abuelo no tragaba..
Lo dicho, un abrazo Dani, y transmite mis condolencias a tu familia. Saludos.

12:19 p. m.  
Blogger grelinno dijo...

No importa la edad, mi abuela tien 90 años y yo no me puedo imaginar el día en que reciba la noticia de su muerte, senciallamente no puedo y no quiero hacerme a la idea. Un abrazo

2:06 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Esta misma mañana he descubierto tu blog.
Siento lo de tu abuela, a pesar de que no te conozco... No importa. Todos mis ánimos!! El cielo, a veces es más azul de lo que creemos.
Un abrazo.

2:22 p. m.  
Blogger El Vikingo Holandes dijo...

hey...
just wanted to send my condoleances... Know the feeling too well, and once again: death seems part of our writings. Amazing...
Un abrazo muy fuerte! Take care, we'll talk soon again!!!
Peter

5:11 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

Lo siento mucho. Se perfectamente lo que es eso porque mi abuela murio este verano y no pudo ir a mi boda. Un abrazo Dani.

7:42 p. m.  
Blogger UnderPressure dijo...

Dani, ya puedes poner mi foto ahi al lado de los otros blogs, porque a partir de ahora voy a empezar a escribir en mi blog. Ya esta bien de que este vacio!! Ahora le voy a dar caña a los daneses y a Dinamarca, jajajaja.
Venga, saluditos y hasta pronto.

7:43 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

estoy impresionado, te mando un abrazo, de los largos.

fabian

3:17 a. m.  
Blogger fabian dijo...

estoy impresionado, te mando un abrazo, de los largos

3:18 a. m.  
Blogger Paloma Jara dijo...

Hola Dani... Estoy deseando verte para darte el más grande de los abrazos. Lo que has escrito es emotivo no sóo por lo que cuentas, sino porque eres de las pocas personas que conozco que se ha mostrado sincera ante la muerte. Lo normal es que nos nuble la vista y haga que disfracemos la realidad, pero tú estás por encima de eso.
Ahora, más que nunca pienso la suerte que tengo de conocerte... POr cierto, también me siento orgullosa de tí, aunque nos hayamos conocido tan tarde.
(Gracias por descubrirme una parte fascinante del mundo de la comunicación que me ha servido para unirme a mis amigos.)

Mil besos

4:51 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lo siento muchísimo. La muerte de un ser querido, aún cuando es esperada es muy dura. Fijo que cuando pasen unas semanas la echareis todavía más de menos porque al principio estás como que no te acabas de hacer a la idea de que ya no estará nunca más.
Muchísimos besos, y de verdad que lo siento mucho.

5:56 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Un abrazo

Mo

11:06 p. m.  

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