30.7.04

Dios y la injusticia en la vida.

Acabo de colgar el teléfono. Sarah me cuenta como va todo. Y va mal.

La mayoría sabe que el padre de Sarah, Lars, está mal. El año pasado, por estas fechas, le dignosticaron un tumor en el cerebro. Le operaron, le abrieron la cabeza (dos veces le operaron en tres días, abriéndole el craneo) le trataron, tuvo radioterapía...

El tiempo pasó, los padres de Sarah incluso vinieron a Sevilla después del tratamiento. La cosa parecía que iba bien, le habían extirpado CASI todo el tumor y era evidente la mejoría.

Este tumor en un principio lo que hacía era oprimir el cerebro. Esto hace que le cause dificultad en la motrocidad del lado contrario del cuerpo: apenas manejaba su mano, sus dedos, andaba con dificultad...

Con la radioterapía y a fisioterapía parecía que todo iba bien. Pasé de ver a Lars muy limitado cuando vino a Sevilla en noviembre a verlo realmente mejor en marzo, cuando fuí a Dinamarca una semana.

Ahora, todo se ha ido yendo al carajo... de unos dos meses a esta parte la mejora paró y empezó a empeorar.

Después de las vacaciones, 14 días después de irse de Silkeborg, Sarah ha vuelto a casa y ha visto como Lars ha empeorado muchísimo.

Se caía, se orinaba encima, tragaba mal... ayer lo ingresaron y hoy le han hecho un scanner.

El tumor ha crecido y tiene metástasis en el cerebro (pequeños tumores que se han reproducido dentro). Soluciones: cero. La posibilidad de operar eso es imposible.

Qué nos queda?. Pues nos queda adaptar la casa a sillas de ruedas, que haya asistencia médica allí y que cada día se viva como si fuera el último.

Y al lado, la familia. Ingrid, su esposa, que se lo está tragando todo y ve cada minuto de esta decadencia. Y Sarah y su hermano Thomas, que ven a su padre en este estado.

Yo no sé qué se siente realmente en un caso de estos. Jamás he visto a mi madre enferma y mi padre 3/4 de lo mismo. Cáncer, tumores... sólo de lejos, familiares más o menos lejanos, nadie cercano.

No sé lo que se siente, pero sé que siento impotencia. No sé que decirle a mi novia al teléfono, las palabras son vanales, no sirven.

Entonces, me planteo cosas que van más allá de las cuestiones en las que pensamos a diario. Y sobre todo me planteo el porqué de que estas autenticas putadas tanto para una persona como para una familia entera le pasen a personas realmente BUENAS.

Lars es un hombre bueno. Su único vicio es fumar en pipa. Un hombre trabajador que construyó su propia casa con sus manos cuando el ayuntamiento les cedió la parcela donde viven. Deportista, que hacía footing, bromista, amante de su Silkeborg IF, el típico hombre que no es capaz de ponerte mala cara ni de decir "no" para no contrariar a nadie.

y ahora qué?, cómo le premia la vida cuando ya sus hijos están criados, con 55 - 56 años, con tiempo libre para disfrutar viajando con su mujer?: Con esta enfermedad. Sin poder moverse y con la sensación de que cada día puede ser el último.

Pienso en Lars como puedo pensar en mi abuelo, preso del parkinson y convaleciente de un tumor en el cólon. Gente buena, buena gente. Sin sitio para la maldad en sus corazones... a los que la vida al final les ha regalado una patada en el culo y un corte de mangas.


Y pienso: existe Dios?, estará dormido?, por qué tiene tanta mala leche?


Yo no sé si existes o no, pero si existes, no comulgamos tú y yo.


Un abrazo para los tres, especialmente para ti, Lars. Posted by Hello