12.7.04

Inmigrantes

Empezó el "día para olvidar" temprano este domingo.

Resulta que ayer noche nos quedamos apenas sin cambio en la caja registradora... no teníamos ya monedas. Ni de un euro, ni de 50 céntimos, soló unas veinte de 0,20€ y 5 o 6 de 0,10€... vamos, un desastre (y un stress continuo anoche, que tuve que ir a pedir cambio a 3 bares de la zona, a uno de ellos dos veces).

Esta mañana, después de maldormir soñando que no había cambio, que no podíamos abrir, que me quedaba dormido y no había podido ir a buscar monedas... me desperté más temprano que de costumbre y salí a la calle con 220€ en billetes.

El objetivo era cambiar todos esos billetes a monedas. Hoy era domingo, nada de bancos abiertos... lo único, bares, panaderías, locutorios, kioscos, etc.

Y caminando caminando he cubierto toda mi barriada, y las barriadas de los alrededores.

el comienzo no fué fácil, en los dos primeros bares sólo conseguí un billete de 5 y 5 monedas de euro... pero no desesperé.

Poco a poco empecé a tener suerte, en una panadería conseguí, por ejemplo, una bolsa con monedas de 0,50€ por valor de 20 euros...

Bueno, el caso es que seguí caminando y cruzando la avenida Doctor Fedriani, al otro lado, se encuentra la barriada del Cerezo.

En esta zona, y en los bloques bajitos de este lado de la avenida, junto a la avenida Sánchez Pizjuán, una plaza.

Entre en la plaza, con mi mochilita cargada de moneditas y de repente... ECUADOR!

Fué un shock, no por no saber que por esa zona vivían muchos inmigrantes, sino porque de repente había llegado al corazón de un autentico guetto.

Y no lo digo en un sentido despectivo. Lo digo en un sentido de que aquello era como estar en otro país. Lo único que era autóctono eran los viejos edificios de los años 60 en los que ahora se acinan esas familias.

La plaza tenía una frutería ecuatoriana, un bar llevado por ecuatorianos, la decoración... las mesas en la calle, por ejemplo: encima de ellas, la comida de allí, las bebidas de allí. Sentados en ellas, multitud de familias. Todos ecuatorianos o a lo sumo de Sudamérica.

Entré en aquel bar. Sólo yo tenía el acento de mi ciudad. Amables, me atendieron, pero no tenían cambio para mí.

Y salí de aquella plaza. Salí y aún me dura el impacto visual.

Pensando pensando, recordaba la imagen de los inmigrantes como algo lejano. Algo que había visto en Madrid o en Lisboa a los 13 o 14 años. Allí había visto negros, y eso me impactaba como algo nuevo, algo desconocido, algo lejano.

Hoy escribo habiendo estado ya en ciudades como Berlín o la misma Copenhague, y no con 13 años, sino con 25 o 26. Turcos en Berlín, gente de Oriente Próximo, de Irán, Irak, de Egipto, Palestina, el Kurdistán poblan Nørrebro y muchas barriadas de la capital danesa. Grandes ciudades... y hoy, Sevilla.

Lo que era algo lejano hoy es cotidíano. Viven a unos cientos de metros de mi casa, se buscan la vida, vienen con sus hijos, se traen a su familia, tienen nuevos hijos aquí...

Y ahora viene la cuestión. Se supone que después de "tienen nuevos hijos aquí" vendría "se relacionan con la gente de al lado", "se produce el mestizaje"... pero, se produce?, se producirá?, yo, en donde he estado hoy intentando buscarme la vida para abrir el negocio, no he visto mucho mestizaje.

No sé si es bueno que existan este tipo de guettos en las ciudades. En Copenhague también existen barrios enteros así, de modo que las autoridades locales se plantean si no sería mejor que a las nuevas remesas de inmigrantes no se les buscara un alojamiento mezclandose con familias danesas...

Yo creo que el mestizaje es bueno. (De hecho, en esta línea que tengo desde hace ya más de dos años, mis hijos serían mitad vikingos mitad de la Macarena), pero el tema guetto me ha dejado impresionado, y la verdad, no me ha dado buen feeling. (Y eso que opino que los ecuatorianos son gente muy legal. Educados y trabajadores... los prefiero mil veces antes que otros colectivos que son tan andaluces como yo... esos que viven en El Vacie, por ejemplo).

En fin... otro detalle en relación on la inmigración esta mañana es que, enfrente del hospital Macarena, un vovis (los gorrillas legales) me ha cambiado 15 euros... un vovis que debía de ser de Senegal o de Costa de Marfil, lo menos... casi no sabía contar, pero ha sido de los que más me han ayudado.

Y así llegué al trabajo, habiendo cambiado 190 euros y con la impresión de que una realidad se ha hecho más evidente que nunca. Los inmigrantes no son algo lejano.

P.D: me interesan mucho vuestras opiniones en este caso.

2 comentarios:

Blogger UnderPressure dijo...

Hola Dani, como estas. Llevo leyendote un tiempo, no creas que no, lo que pasa es que tengo mogollon de mails amontonados en el hotmail, cualquier dia me lo cerrraran ya veras. Asi que despues de las obligadas disculpas, felicitarte porque bien se lo que es estar sin la parienta y tenerla en otro pais. Si en el fondo hasta las queremos...

Sobre este tema del mestizaje, opino que no se produce tal mestizaje en un 90 % de los casos. Aqui en Copenhague tu mismo has visto que los daneses van por un lado y los extranjeros vamos por otro, y eso teniendo en cuenta que estamos con una danesa. En mi opinion no nos terminamos de integrar porque aunque aceptemos las reglas del juego, en el fondo las costumbres nos distancian, nimiedades como el hygge y las velitas para celar. Tonterias que marcan la diferencia que existe, pero no se ve. La cuestion es, al menos en mi caso ya que tu has tenido mas suerte al Sarah querer vivir en Sevilla, si todo vale la pena, la distancia a la tierra. Hoy por hoy para mi vale la pena, mañana ya veremos, ojala todo siga igual.

Bueno, que profundo y largo me ha salido el post. Saludos para Sarah y para ti, no te quemes con los clientes, y a ver si en Agosto quedamos en Malaga o en Sevilla que vamos Mille y yo para all. Hasta pronto, amigo!!

11:04 p. m.  
Blogger grelinno dijo...

Como dices que te interesa mucho la opnión sobre este tema y yo sigo aquí, de insomnio, y tú no esás por el messenger (juega de viernes noche?) pues aquí estoy yo, más de un año después de la publicación del post dando mi opinión... quizás no te descubra nada si te digo quee s amisma sensacón que tuviste tú al entrar ene sa plaza la he tenido yo lasúltimas veces que he ido a Madrid, y e sque lo que realmente me horroriza no es la inmigración sino los ghetos que se forman y formamos, que forman los que vienen y que obligamos nosotros a formar. Y creo que ahí hay un doble fallo, creo que el inmigrante que viene no viene con la mentalidad de adaptarse al país al que llega, sino que viene con la idea de crear un minipais como le quedeja sólo que mejor... y nosotros, nosotros no lo hacemos mucho mejor, porque yas ea la incultura o la masificación nos llevan a mirar con recelo y superioridad a es agente... no sé, quizás después de lo que ha pasado estos días carezca de sentido lo que voy a decir pero no me gusta llo que veo en Madrid, no me gusta la inmigración que hemso crreado y que -al menos hasta donde yo sé y he visto- dista mucho dela que existe en cuidades como PArís...evidentemene que hay diferenciaciones pero existe una mayor normalidad, se respira una mayor normalidad y tolerancia... quizás sean los años de experiencia, quizás.

2:15 a. m.  

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