28.11.04

Madrid y sus sensaciones: Loles.

La idea de ir a Madrid era atractiva sobre todo por la gente que allí vive y conozco.

Una de ellas es Loles. Gracias a ella que me pude quedar aquellas dos noches en algún sitio sin tener que pagar hostal. Evidentemente que sin tener dónde quedarme, lo más seguro que no me hubiera animado a pegarme las 6 horas y cuarto de autobús por partida doble.

Así que Loles me recogió en la estación Sur de autobuses. Pozuelo era el destino... todo un detalle por su parte cederme su habitación y hacer que una compañera de piso pasara aquellas dos noches en casa de su novio, durmiendo Loles en esa otra habitación.
La noche en la que llegué, nos animamos a salir. No era habitual, desde luego, que era martes, y tampoco es que Loles, como se ve en la foto, sea madrileña de pura cepa... nos costó llegar al barrio de La Latina, (y realmente creo que no llegamos más que al principio), pero a pesar de todo, lo pasé muy bien en aquel bar irlandés... Recordando cuándo nos conocimos hace ahora unos 3 años, hablando de Kela, Fabián y Juan y de las historias de la calle Trajano y de su nueva vida en Madrid.
Un error salir de aquel bar, que no encontramos nada más abierto y esperar el nocturno se hizo eterno... pero recordaré con cariño aquella noche.
Al día siguiente visitamos una exposición sobre Gauguin paseando por un Madrid luminoso. Calle de Alcalá y Sol... fué el último rato que pasé con Loles. La rutina diaria seguía para todo el mundo a los que visité en Madrid y entrevistas de trabajo y ciertos proyectos volvieron a la cotidianedad de esta cordobesa en el exilio voluntario... entonces, volví a casa.