11.11.05

Taller.

Cuando sonó el móvil a falta de 20 minutos para las 6 y de escasos 50 para el comienzo de nuestro segundo encuentro, me sentí aliviado. Sabía que Fabián iba a estar en la misma situación que yo.

-"¿Has escrito los relatos?"-

-"Qué va... he estado malo estos días, con gastroenteritis..."-,
dije yo, -"... y la verdad es que no he tenido ganas de ponerme a escribir, y tú?"-

-"Yo tampoco he escrito nada... tú vas a ir?"-

Finalmente, y sabiendo que no sería yo el único que acudiría a la calle Dormitorio con las manos vacías, me animé y a última hora saqué mi bicicleta del lavadero para hacer lo correcto.

Walter lo había preparado mejor que la semana pasada. En la mesa desde primera hora la tetera y los vasitos arabes. Encima de la cajonera el agua y las copas. El segundo día también era sinónimo de mayor cercanía: besos en la entrada y abrazo sentido en la llegada del compatriota.

Después de esperar unos más que suficientes quince minutos, comprendimos que aquella tarde era para nosotros tres. Y así comenzamos: escuchando la lectura de dos improvisados textos que Fabián había escrito en tiempo record. Comentarios y comprobación de que realmente eran buenos.

Walter escucha atento. Habla despacio y bajito. De tonos amables, se le nota su acento argentino en determinadas frases, pero más se le nota su preparación. Profesor de literatura, experto en cine, guionista, cuentacuentos... cultura sentado en la silla.

Nos hizo dejar volar la imaginación escuchando la banda sonora de una vieja película, la fuente inspiradora para un relato. "Venganza", el tema de nuestro texto.

Lluvia, el Londres del S.XIX, un padre y una hija vestida de blanco, un payaso. La ópera y una cantante. Cuchilladas, andar de puntillas... todo eso y algo más que salió de mi cabeza cuando la música llenaba la habitación. Armar toda una historia a partir de ahí no fue fácil, pero el ejercicio sí que fue interesante.
Walter escucha atento la improvisada creación de cada uno de nosotros dos. Las lima y descubre que falla y que es bueno. Y acierta.
Y con la lectura de Borges, su análisis y su reflejo en lo que busca de nosotros, el segundo encuentro termina. Sensación de querer más, de haber aprendido y de querer que llegue el jueves siguiente.
Ha sido buena idea apuntarme a este taller literario, sí, lo ha sido.

5 comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

A B S O L U T A M E N T E D E A C U E R D O!

estoy seguro que nos esperan grandes momentos! que BUENO!!! y que bueno compartirlo contigo ;)

yours

f.

10:28 p. m.  
Blogger #MO* dijo...

jo que envidia!! y yo que parezco el pitufo atareado, porque no soy capaz de sacar tiempo?¿?

Se me esta olvidando hasta escribir...

Un beso y animo, futuros premios novel!!!

^_^

ylla-

12:11 p. m.  
Blogger grelinno dijo...

me uno a la envidia de "ylla"... lo que pasa es que no tengo tiempo, o no quiero tnerlo o no sé yo si encajaría en un taller "deesos", yo creo que lo mío es más de cajón de sastre o cajon desastre... no lo sé. Meditaré sobre ello, eso sí, a escucharos avosotros seguro que me apuntaba!.

4:18 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

una locura? lo q es es una pasta¡¡¡ jajajaja yo llevo fantaseando con hacer eso... meses... con esta serie y con la primera temporada de Dawson o alguna de friends..pero no tengo dinero para permitirmelo y mis familia dice "ese regalo es una chorrada" ya sabes lo tipico que nadie te regala realmnt lo q tu kieres sino lo que ellos kieren q tengas... odio eso... pero la gente es asi..mi novio es asi... agagag. No sobia yo que podia compartir esa afición con algún chico crei que ustedes la odiariais, jejeje.Gratamente sorprendida

1:56 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hoy mismo iba preguntarte qué tal te iba en el taller...

10:28 a. m.  

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