18.10.04

día de nubes grises.

Hoy fué el día... día de funeral y entierro. Día triste, día gris...
Uno no imaginaba cuándo empezaba esta aventura del blog que en algún momento, un post iba a hablar de un entierro... supongo que así es la vida. De repente, cosas inesperadas se hacen presentes y se hacen importantes.
Y se hace presente porque un día como el de hoy no se olvida. Generalmente, uno no olvida las grandes celebraciones, como las bodas de los seres queridos o las grandes fiestas señaladas, y en esas celebraciones, infelizmente se incluyen los funerales.
Pero para mí, un latino más, este funeral ha sido en sí mismo una experiencia. Realmente, sólo recuerdo el entierro de nuestro tío Pepe, pero aquello se limitó al momento de meter al ataud en un nicho del cementerio de San Fernando... ese es mi recuerdo, entre los llantos de nuestra tía Lola. Dramáticos momentos.
Lo de hoy ha sido totalmente diferente. No ha sido ese drama, ese desgarro de pena... ha sido como una despedida triste y calmada de un ser querido, diferente, valiente, fuerte en el espíritu.
Y así tenía que ser. No podía ser diferente con un día así... día de nubes grises, lloviznando finamente... fría la mañana.
La Iglesia, amplia, diáfana. Diferente a las de nuestro Sur barroco andaluz. Sentados en la primera fila, a nuestra izquierda y en medio del pasillo, un ataud blanco al que llegaba una hilera infinita de flores. Ramos, coronas, colores...
Misa y música. Aquí se cantan salmos... la verdad es que hay que tener fuerzas para ponerse a cantar, pero la gran mayoría lo consigue...
Entre salmo y salmo, un joven cura que con tres folios leidos, nos cuenta como era Lars, transmitiendo lo que su familia le había contado y que por lo que me cuenta Sarah, este hombre ha sabido transmitir... que es lo importante.
Más música, y bonita. Tina canta junto al órgano, a capella, casi llegamos al final.
Y llegó... los 3 hermanos de Lars, su mejor amigo y su hijo llevan al ataud fuera de la Iglesia... el cementario está ahí mismo... Se hizo largo el camino. Sarah e Ingrid, su madre, justo delante mía, yo, de la mano de su tía, que tan bien se ha portado durante la enfermedad.
Y llegamos. De la tierra venimos y a la tierra volvemos, en definitiva... una rosa dejada caer al hoyo, y una promesa en mi interior.
Larga hilera de gente dando el pésame, apretón de manos de cada uno... todos pasan. El el montículo de arena, la familia Pedersen. Signe y yo esperamos a unos metros... de repente, miré atrás y toda esa enorme hilera de gente había desaparecido. Sensación de que al final, te quedas solo.
...
Y hasta aquí, el funeral imaginado. Lo que vino depués fué lo que más me llamó la atención. Y es que todos los que allí estábamos nos reunimos después en un salón de celebraciones.
Y allí, un tentempié, entre mesas redondas de gente allegada. Hubo discursos, recuerdos amables de hermanos y amigos de Lars... la gente lo recordaba como él seguramente habría querido ser recordado, e incluso reían alguna broma pronunciada en cada discurso... y es que yo no hablo danés, pero la palabra "humor" fué mencionada en todas las intervenciones... porque era una característica de Lars... su buen humor, siempre de broma, siempre buscándole el lado positivo a todo, incluso a su enfermedad.
Y en aquel salón, más música ("qué sería del mundo sin la música?", dice siempre mi padre). Repartidos en cada mesa, unas páginas a modo de recordatorio de Lars, con unas palabras de Ingrid y unas canciones que representaban algo... canciones que todos cantaron. Bonito.
Después de la definitiva despedida de muchos de los asistentes, una vuelta al cementerio, para admirar la tumba llena de todas las flores recibidas hoy... contraste de color y el gris de este día.
Y todo terminó con una cena... ya con los más allegados, y donde Thomas y Sarah recordaron, leyendo cada tarjeta que acompañaba cada ramo, cada corona de flores, todos los que en el día de hoy se acordaron y acompañaron a Lars y a su familia.
Para mí, muchas sensaciones... de tristeza, por Lars y la familia. De aprendizaje, aprendiendo como se puede ser fuerte y valiente en casos así, de cercanía, al estar tan en primera línea en cada momento del funeral y también de choque cultural... la verdad es que me han gustado mucho los detalles del tentempié, de la cena, de los discursos, de intentar recordar con una sonrisa a alguien que muere y que se le dá el último adios...
Me siento agradecido por muchas muestras de cariño recibidas hoy, obvio que compartiendo las que ha recibido Sarah, que no deja de haber perdido a su padre, pero detalles como que uno de los hermanos de Lars me nombrara en su discurso me han llegado dentro.
Y así terminó el día 18 de octubre, el que empezó con la bandera del jardín de Daltoften 14 a media asta... de nuevo, descanse en paz.

2 comentarios:

Blogger Unknown dijo...

supongo q que ha de er un poco dificil ser fuerte en estos momentos... vaya que en cada lugar es distinto... pero lo que no cambia es esa sensacion de que algo falta... por fortuna no he perdido a nadie, pero se que tendra que pasar en algun momento...

7:34 p. m.  
Blogger fabian dijo...

quiza, despues de saber como es la ceremonia se entienda mejor el tiempo que transcurre hasta los funerales.
quiza sea necesario y positivo, ese tiempo para organizarnos todos una buena despedida cuando llegue el momento, verdad?

6:18 p. m.  

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