15.12.04

El hombre también vive de todo eso

Pues sí, realmente no pasan muchas cosas por aquí... pero algunas sí que pasan.
El problema es... "son dignas de mencionar en un blog?", "aburriré a mis 11-12 visitantes de media diaria?" (porque tengo unas 20 visitas al día, supongo que alguno clickará más de una vez a lo largo de la jornada para recomprobar que realmente no escribí nada nuevo seis horas depués), "realmente podría contarlas pero no estoy inspirado como para sacarle punta a alguna vivencia?", "simplemente estoy perezoso?"
Y si echo la vista atrás, me encuentro que la última historia del día a día fue la historia del sofá de Fabián (que por cierto, ahí sigue, en la planta baja del hostal)
Pero sí que han pasado cosas en estas casi dos semanas (aparte del que decidiera salir a correr... que justo cuándo termine este post saldré de nuevo: será mi quinta salida en 7 días)
Han pasado y no han pasado. Y eso es casi lo más reseñable. Vino un mega-puente de cinco días... ya que en España era fiesta el día 6, lunes, y el ocho, miércoles. Así que el que tuviera suerte y un trabajo lejos de la hostelería se pudo llevar desde el viernes 3 al miércoles 8 sin hacer nada a lo que no estuviese obligado.
La gente con un trabajo lejos de la hostelería, al ocio, a los servicios... esa gran mayoria que conforma la gente que yo conozco y con las que me muevo, aprovecharía para salir, para verse, para organizar alguna salida extraordinaria... en fin, nada que no me coja de sorpresa a estas alturas.
Yo no salí ni una sola noche del puente. Ni una.
Cuando hubo oportunidad, no pude por tener que quedarme a cerrar la heladería. Cuando tuve la noche libre, ni una llamada, nadie disponible... aburrimiento.
Pero menos mal que no sólo de salidas nocturnas en el fin de semana o días de fiesta vive el hombre, no.
También vive de almuerzos con antiguos compañeros de facultad (viernes 3), de risas comentando los culebreos de Iden y de llantos al enterarse de que Jose y Marta son menos Marta y Jose ahora mismo...
También vive de emociones, gritos, de "vamos", y alegría porque fue en Sevilla y fue España la que ganó la Copa Davis de tenis durante el fin de semana de aquel puente...
Vive también de Betis, con la moneda mostrando la cruz de San Sebastián frente a la tele en una aburrida noche de Montano y la cara en el estadio: con Edu y Oliveira sacando al beticismo la ilusión de una temporada y de un derby más que viene con sus goles frente al Racing.
Vive de inesperadas visitas al trabajo, la de Marta Cruz y sus ganas de su ya descubierto pero recientemente explotado flamenco y la de Juan este pasado domingo, por el gusto de verme y de pasar un rato con el que os escribe.
De una cena más en airesevilla, la de este domingo pasado, con la antesala de lo que será el nuevo restaurante de Fabián, con el saboreo de Yael (la que será su chef), la presencia de otro de esos personajes que sólo Fabián saca de la nada... María Fernanda, con Juanito tan suyo, Eve tan suya y con la agradable, inesperadísima y genial visita de Kristof y Bart. Aun más divinos que cuándo los conocí una noche de diciembre de 2002 camino de Copenhague en su casa de Bruselas.
Vive de cenas en casa de Antonio Jesús, con la presencia de un antiguo compañero de las JJAA, Victor, en la noche de ayer. De pampero aniversario, copas de balón y dos partidas del recién descubierto para mí juego del "Risk". Me gustó.
De noches de chat, de preparar el fin de año que viene con Peter, Jaime, Magda, Álvaro y los que vienen... de ratos con Estrella Marinera, con mi hermano, con Miguel y sus Danza Invisible, con Javier desde la increible vuelta del San Francisco de Paula al messenger...
De terminar lo empezado, de escanear las fotos de mi proyecto CD, de seguir saliendo a correr, de arreglar lo roto: esa lámpara de cruce del coche, esa ducha que malduchaba...
Vive de alegrarse porque sus abuelos han vuelto de Palma de Mallorca. De ver que su abuelo ha superado el cáncer de colon que hace ahora un año lo tenía en el hospital con 79 años, de ver que ha puesto 6 kilos, que se levanta por la mañana y sigue tomándose su tostá con aceite y ajo, que quizás no vendan el piso y estén en Sevilla, en su casa, más a menudo.
El hombre también vive de todo eso...
Y sí. En estas casi dos semanas, aunque no fue en el mega-puente, también hubo la oportunidad de salir una noche de sábado (este sábado 11, precisamente). Fue con Rafa y también, por circusntancias, con dos compañeros suyos que yo no conocía...
Y sí, uno tiene ganas de salir una noche de sábado, y sale, y se gasta más dinero que en las dos semanas juntas, y va a una discoteca llena de gente, y se acuesta a las seis de la mañana... y de repente se da cuenta que no se lo está pasando bien.
¿Será que el hombre vive de otras cosas que de lo que se supone que alegra el espíritu?