4.4.06

la ventana enrejada.

La pizarra verde, gigante, enorme, en la pared de enfrente.

Había percheros antiguos con diminutos abrigos. Una ventana enrejada... me recuerdo y me imagino a mi mismo mirando por ella deseando que llegara mi madre, que fuera la hora.

Don Tomás tenía manchas en la piel y era más brusco que Don Nicolas... no recuerdo bien ni mucho más, pero aquel día de llantos y de mi primer día de clase, mi memoría cree que era él el que estaba en aquel aula cuadrada y grande.

Lloré... tuve miedo de que mi madre no volviera a recogerme. Estaba sólo en aquella clase. Don Tomás me daba miedo, tenía la mirada vuelta a aquella ventana enrejada.

...

Hoy la ventana enrejada sigue ahí, pero ya no está Don Tomás, ni Don Nicolás... ya no hay aula ni pizarra. Ni siquiera el edificio es un colegio de primaria... pero en ese espacio, en esa habitación, se siguen dando clases, clases a las que yo voy. Otras clases, otros alumnos.

Lo que no saben mis compañeros es que, encima de cada bicicleta haciendo spinning, en esa sala cuadrada, cuando alguien pide que se abra un segundo la ventana, esa ventana enrejada, para que entre el aire, abren la misma ventana del aula de Don Tomás.

Ayer colegio, hoy gimnasio... mi barrio.

9 comentarios:

Blogger grelinno dijo...

qué fuerte!!! (yq ue bonitoa la vez)... yo de mi primer día de colegío recuerdo unas gafas con esparadrapo en el puente de un niño pelirrojo, una katiuskas azules de otro, los azulejos del portal y el hábito con capucha y cinturón y latiguillo del Padre Sousa... recuerdo mis llantos y la dulzura de la Sta. María José. Ese día, entre llantos creo que fue la primera vez que me enamoré.

Besotes (y luego dices que no tienes cosas que contar!!... anda, anda)

1:35 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Pues yo no recuerdo mi primer día de colegio, siempre fui una niña muy despegadita, o eso decían, a lo mejor por eso..., aunque yo creo que la razón es bien distinta, pero bueno,(aceptaremos pulpo como animal de compañía), pero si he vuelto muchas veces al colegio donde pase mis primeros añitos de tierna infancia, y he sentido eso que se siente cuando te ves a ti mismo haciendo un viaje por el túnel del tiempo y oyendo el sonido de esos pasillos y esas clases como una voz en of, y me he visto a mi misma con aquellas trenzas,mis zapatos llenos del polvo del recreo y aquel odioso babero... La verdad, que los recuerdos se agolpan en mi memoria cada vez que entro allí, pero curiosamente, y a diferencia de vosotros, no tengo ningún buen recuerdo de mis tutoras, (si de mis compañeras),ni de aquel colegio, ni de las que posteriormente lo fueron en le otro colegio, donde estuve interna (por la distancia entre mi casa y el susodicho), y donde termine mi etapa pre universitaria.

11:49 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Yo es que empecé a ir a la guardería con un año y medio...No lo recuerdo!!!

Y mi gimnasio es de lo más chic de la ciudad ;)

3:47 p. m.  
Blogger Menta dijo...

Volver a los lugares de antaño... uff!,en este caso la infancia que recuerda el llanto y los miedos normales de los primeros pasos independientes en la vida.

Un abrazo

Menta

4:23 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

me ha encantado tu forma de contarlo
mi colegio ahora esta semiderruido
y parece que no lo arreglan.

7:04 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Es precioso el homenaje que has hecho a tu niñez... tan sensible...

A mi me pasó cuando llevé a mi hijo por primera vez al cole que yo había ido, tuve sensaciones confusas y encontradas, sentí mis pasos mezclados con los de mi niño, mis risas y las suyas, sus carreras por los pasillos y las mías... bueno me has traído un hermosísimo recuerdo a dos bandas¡ ;D

8:38 p. m.  
Blogger Pau dijo...

Guau... seguro que la ventana también os mira a vosotros y piensa ¿pero qué están haciendo estos??? Menos mal que queda la ventana, si no es un poco triste ¿verdad?
Lo peor es que mientras tú estabas llorando en tu primera clase yo estaba haciendo... otras cosas, que acabo de postear.....

11:45 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Yo también estaba alli, aunque ese día no fue Don Nicolas, simplemente me dejaron entre cuatro paredes mientras los demás se fueron. Yo no sabia donde se fueron, solo sabia que estaba alli, pensaba que talvez no saliera nunca más.
Se que yo también estaba alli, porque llore.

12:59 p. m.  
Blogger UnderPressure dijo...

Ahora va parecer que soy un bicho raro, pero recuerdo el primer dia de escuela nitidamente. Todos los niños llorando y yo no entendia porque lo hacian. Porque yo queria ir a la escuela y aprender a leer.
En casa de mi abuela ella alquilaba comics para mi tio, una bolsa de comics cada semana. Y yo lloraba porque antes de saber leer no podia mas que ver los dibujitos pero sin poder entender de lo que trataban las historias. Asi que yo tenia que aprender a leer.
Por eso para mi fue una alegria el primer dia de colegio. Raro el nene, verdad..

1:15 p. m.  

Publicar un comentario

<< inicio