10.4.06

de antenas, borracheras y espíritus.

Hace ya meses que me robaron la antena del coche.

Y no... no tengo la suficiente poca vergüenza como para buscarle una sustituta así sin más (léase entre líneas mangar otra de cualquier otro coche), así que acostumbrandome estoy a que cada vez que me meto en el subterráneo del Carrefour o del aparcamiento del centro se vaya la señal nada más bajar la cuesta... un rollo, vamos.

Pero en esas estamos cuando el martes pasado Sarah y yo fuimos a cenar a Naranja. Cena con Fabián y dos amigos suyos italianos.

Y como estas noches puede pasar de todo, de todo pasó... cena muy buena, excelente compañía y claro: momento final... -"una copita?"-

Sarah que me mira con ojitos de -"mañana tengo que madrugar, yo de copitas nada"-, yo que respondo con ojitos de cordero degollado -"por una copita no pasa nada..."-, miradas y negociación. Solución: llevo a Sarah a casa y vuelvo al restaurante.

Y dicho y hecho. Ahí qu eme planto de vuelta en unos 20 minutos y comienza una noche con caciques-cola, risas, música, bar de al lado, visitas, encuentros y sobre todo chupitos de tequila!!

Mala combinación... (o buena, no sé). El caso es que obviando los detalles finales acerca de como acabé en el baño del restaurante arrodillado con la cabeza mirando al water (potando, mentes calenturientas!), llegamos de nuevo al punto inicial de este post-crónica de una papa:

En algún momento de la madrugada llegué a casa en coche, muy borracho. Salí de mi querido vehículo y ahí estaba yo: a las 5.45 de la madrugada del martes al miércoles, solo en mi barriada y ante mí, un monovolumen de la marca citroen con una antena negra, orgullosa y apuntando al cielo... era ahora o nunca.

A la mañana tarde siguiente, cuando me levanté y llegué casi a rastras al salón la vi: no me acordaba de ella, pero la antena del coche de algún vecino estaba en mi mesa. A lo hecho pecho. Ladrón de antenas...

Pero oh!, sorpresa!, cuando tuve la oportunidad de colocar la antena del monovolumen en mi pequeño cochecito... mierda!!, se ve que las marcas no eran compatibles. Era como meter una cinta Beta en un video VHS: muy bien Dani. Tienes una antena de un coche que no es tuyo que no te vale para nada.

A esas alturas de la película supongo que el dueño del Citroen ya se habría cagado mil veces en el cabrón-hijoputa (yo) que le había mangado la antena de su coche (que es lo que hacemos todos los que nos hemos visto en este caso). Me apuesto el cuello a que su reacción habrá sido la aquí descrita.

Lo que no sé es que cara habrá puesto el mismo del monovolumen cuando ayer por la mañana se encontró de nuevo la antena puesta en su sitio.

Creerá que es un milagro ahora que es Semana Santa?, creerá que es un rollo espíritus?, creerá que todo fue una alucinación suya?

Ojalá hubiese puesto junto con la antena devuelta una webcam...

7 comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Ojalá hubiera puesto yo una webcam para ver todo ese proceso "borrachil"

Lo mío con la antena del coche es de tontos...No la pongo para que no me la roben, pero como siempre hago trayectos cortos, nunca me vale la pena ponerla y así no disfruto de ella...Creo que la única vez que mi antena ha estado puesta fue en la boda de mi mejor amigo, que la puse para colgarle un lacito...patético.

Besos!

5:21 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

imposible no comentar, pero mas que por la papa compartida, por el gran final del borracho fresco deshaciendo el hurto inútil! jaja
hubiese pagado por ver la cara de sorpresa del tio! juas! son muy buenas todas las opciones que abre la historia jaja la mejor? que un día termines escuchando por su boca en la panadería la historia de la antena que aparecía y desaparecía, o que te lo presenten, jaja, ya sabemos que sevilla es un pañuelo. aunque creo que es facil deducir lo que paso, pero no que haya sido bajo los efectos de la borrachera de un vecino modelico como tu! jaja

un abrazon

yours

f.

9:30 p. m.  
Blogger Paloma Jara dijo...

Una historia alternativa: "El vecino de Dani se despertó al día siguiente del robo, le dio al botoncito de la llave que permite abrir el monovolumen, se introdujo en el vehículo, arrancó y echó de menos la música. Entonces PUSO UN CD y NO echó en falta la antena. Ni cuando faltó ni cuando le fue devuelta". Jajaja. La imaginación construye historias, llega la realidad y las hace prosaicas. Una pena.

El más grande de los besos sobrevuela los capirotes. Tuyo es.

2:01 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Olá,
Achei a tua história muito interessante e divertida. Fico imaginando o vizinho quando viu a antena de novo posta...ah ah ah
Gosto do teu blog, voltarei.
Besos

2:09 p. m.  
Blogger Pau dijo...

Jajaja, habrá pensado, vaya borrachera que cogí anoche, pensé que me habían robado la antena del coche.

1:51 p. m.  
Blogger grelinno dijo...

A mi me la robaron dos veces, la original y una mini, monísima que me había comprado yo así como que muy discreta... me cagué en todo las dos veces y pensé mil vces en robar otra per oyes, que como no iba borracho, ni venía del Naranja nio ná no me desperté nuca con uan antena ni la devolví ni escribí un post como este... ¡qué echaba yo de menos este tipo de post!!

7:57 p. m.  
Blogger enhiro dijo...

Lo que hay que hacer es poner lotite en el reborde de la antena. Mano de santo, oye.

11:22 p. m.  

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