24.1.06

Límites inmortales.

Vestía con vaqueros y mocasines negros. Recuerdo bien ese detalle porque no dejaba de mirarle a los pies, sin calcetines y con los tobillos al aire. La primavera se metía por el balcón de la primera planta de Sor Ángela de la Cruz esquina Azahares y Don Manuel no dejaba indiferente a nadie.

Joven, amante de su trabajo, apasionado. Quería que quedase claro el concepto de "tender a" de un límite. Matemática inteligible, conceptos sólo construido en la imaginación... límites, integrales, derivadas, números...

Como un zapateado en la baldosa de aquella clase, Don Manuel hacía como el que quería avanzar hasta llegar andando al filo justo del cemento, a la unión de las baldosas, pero no llegaba... movía sus pies y hacía un ruido fuerte con los mocasines negros... -"el límite tiende a 1, pero nunca llega... lo veis?, uno es el final de la baldosa, y yo soy el límite... 0.99, 0.991... 0.999..."-.

A cada paso que daba, más fuerte sonaba. Zapateaba casi, clack, clack, clack. 0.99995, 0.999995, tender a, límite de... profesor.

Entonces no lo sabíamos, salíamos al patio y hablábamos pestes de éste y de aquel maestro, de tantos apuntes, de lo exigente de los exámenes. Adolescentes rebeldes que de puertas para afuera tenían que odiar el día a día del colegio.

Un día, en la biblióteca, Don Pascual nos dijo a dos de nosotros, ante un comentario acerca de las muchas ganas que teníamos de acabar con los años de San Francisco de Paula, que llegaría un momento en que nos acordaríamos con cariño de tanto y tanto profesor, de aquellos años de clases en aquel colegio centenario... -"ni hablar"-, respóndimos.

...

Ayer, en el 10, camino de la Encarnación, vi de lejos a Don Manuel. Han pasado más de 12 años, pero me pregunté si seguirá siendo ese profesor de matemáticas y física que castiga a las baldosas para que todos entiendan lo inentendible.

Don Manuel miraba al otro extremo de la calle para cruzar y el autobús giraba la esquina. No sabía que en aquel momento alguien valoraba su trabajo desde la distancia del tiempo, los años y del cariño.

Ojalá sigan existiendo profesores como él.



Dedicado a los alumnos futuros que un día descubrirán que hay profesores inmortales y sobretodo a ellos, los sufridos enamorados del enseñar.

15 comentarios:

Blogger grelinno dijo...

Has empezado con unos vaqueros, unos mocasines y tobillos... me has hecho zaptear y recorrer baldosas en una primavera que comenzaba; deslizarme por el propio límite del suelo, por ese pequeño espacio que separa esas mismas baldosas y que a veces puede ser todo un universo.

has hecho que haya vulto a sonar en mi cabeza aquella canción de "en el límite del bien, en el límite del mal" que cantamos incesantemente en aquel lejano BUP, me has hecho recordar las matemáticas, otros profesores y sobre todo me has hecho darme cuenta de que, como catab Karina, hay veces que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Quizás aquel autobús debió pararse para que D. manuel supiese que esto, aunque -tal vez- ese autobús fuese vuestro propio límite: tú tendiendo hacia la esquina y el hacia el otro extremo de la calle... BESOTES

7:54 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

algunos profesores no tienen ni idea de lo que nos pudieron marcar.... el otro dia me encontre a una de compras con su hijo que por cierto estaba buenisimo y ne dieron ganas de saludarla por ambas cosas (por ella y porque me presentara a su hijo) no hice nada....proabablemente no se hubiera acordado de mi..

pero yo todavia les recuerdo a los buenos buenos, a los q sacaron lo mejor de uno, a los que nos pusieron contra la pared..a los que confiaronm....a los que entendieron sin decir nada

1:51 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Yo aún no he terminado el instituto... y creo que ya tengo una idea de quién voy a recordary por qué lo voy a recordar. Sin duda a muchos ya los echo en falta y les tengo mucho cariño, casi como si fuesen medio-padres mios... Pero tambien me doy cuenta de que hay otros que están subidos en un trono y no se dejan bajar de ahi. Que aparte de enseñar mal de las clases, enseñan mal de la vida y del respeto a las personas; porque ellos exigen respeto, pero jamás lo dan. En fin, quizás, con el tiempo, piense como tu... pero visto lo visto y teniendo en cuenta que los profesores son humanos, creo que no será asi. Asi que me guardaré con cariño a esos buenos maestros e intentaré no ser como esos otros a los que lo mejor que puedo aspirar a darles es indiferencia.
Ha sido una descripción bellísima la de esta entrada.

2:20 a. m.  
Blogger iralow dijo...

Don Eloy, Santiago, Trini...y unos cuantos mas fueron los míos, la verdad es que me considero afortunada por haber tenido tantos y tan buenos maestros, y si, yo también me los he cruzado en cualquier esquina de mi antigua ciudad, y el hecho de que recuerden a todos y cada uno de los alumnos que han tenido (es cierto, lo hacen), da una idea de la calidad humana y la pasión que ponen en una profesión que (al menos para mi) debe ser una de las más vocacionales, están creando futuro...
Encantada de leerte, grata sorpresa.

9:01 a. m.  
Blogger Straja dijo...

Cuanta razón tienes... que buenas épocas eran aquellas sniff sniff

9:24 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¿Cómo te lo montas para transportarme siempre a otro sitio, a otra época? Esa época en la que con trenzas y uniforme gris me burlaba de aquella persona que estaba tratando de formarme como estudiante y como persona...Qué equivocados estabamos todos!!

Besos

11:01 a. m.  
Blogger Unknown dijo...

¡¡Vaya Dani, qué recuerdos!! Hacía mucho tiempo que no pensaba en el colegio. Cuando salí de allí en COU hace ya 11 años me dije que no volvería nunca a ese infierno (ya sabes que los últimos años allí la enseñanza estaba un poco desmadrada, era un caos).

Ahora lo veo de otra manera, porque no sólo fueron los últimos años de 3º de BUP y COU. Yo estuve en ese colegio desde 1º de EGB y eso son 12 años de los 30 que tengo ahora. De hecho si mi economía lo permitese y dado el nivel de enseñanza que tiene ahora el colegio, me lo plantearía como una opción en caso de tener que buscar colegio para mis hijos.

12:56 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

En mi epoca de estudiante conocí a buenos profesores que avivaron mis ilusiones por aprender y profesores que prefiero no recordar...Y doy gracias a los que no quiero ni recordar, Gracias por enseñarme desde bien pequeña cómo NO debe ser una persona!!

Besos

1:51 p. m.  
Blogger UnderPressure dijo...

Y siempre nos acordamos de los que peor nos lo hicieron pasar en su momento. Demostrado.
Si te hubieras acercado a ese profesor, Dani, seguro que te habria recordado. No se como, pero nunca olvidan a sus alumnos, incluso se acuerdan de nombre y apellidos. A mi me ha pasado, y la verdad es que emociona cuando te preguntan a que te dedicas, como te va.
En el fondo somos todos unos sentimentales.

7:52 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

ese tipo de recuerdos mios, hasta hace nada me decia yo que eran dle instituto, que fueron buenos años y tengo recuerdos de profesores que se involucraron en mi vida, incluso intente encontrar a uno, joven, que ahora se que esta viviendo en marruecos después de dejar al enseñanza y ahcer un doctorado en portugal, (la red lo sabe todo), luego pienso que tb la universidad me enseño profesores que merecian lapèna, luego miro mucho más atrás y me acuerdo las monjas del colegio, de la cascarrabias de la portera y ahora.. te ries... y de pronto pienso en mi madre, que es profesora vocacional y parece que le falta el aire todavia ahora cuando no tiene una sustitución y no puede dar clases.... y es que yo creo que se distinguen bien lso buenos y lso malso profesores, es algo tan vocacional que... tiene que gustarte, sino, no servirá de nada lo que hagas.

10:20 p. m.  
Blogger Nepomuk dijo...

Bueno...aunque haya buenos profesores que trascienda el recuerdo, también es cierto que hacen falta buenos alumnos que sean capaces de verlo. Así que... quid proquo.

11:25 p. m.  
Blogger saltapocinhas dijo...

não li o teu post, estou cansada demais até para ler em português quanto mais para te tentar entender! Mas hei-de vir ler pois deu para notar que falas em professores...Agora vim apenas agradecer o teu carinho! Gracias!

12:31 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

si os los encontrais tiempo despues y los recordais con cariño, saludadlos y decidselo... no sabeis lo bien que sienta y la falta que hace

9:14 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

esta vez se hace imprescindible no comentar... en argentina,en el interior en primaria le decimos: "señoritas" a las maestras, independiente de su estado civil o edad. me has recordado a la "srta graciela" [que argentino todo, jaja]
hace un par de años consegui su telf en la red (bendita red) y la llamé, casi le da algo. me contó un sinfin de cosas sobre mi, de las que muchas no tenía idea. cuanto amor/pasión de maestra le quedaba y le debe quedar! gracias otra vez srta graciela ;) en este remember no quería que faltara ella. tampoco que falte el Sr. Riffé, el "teacher" para todos, excentrico profesor de ingles, obvio, que a todos los alumnos de todos los cursos, allá por los primeros ochentas nos pedía que fueramos todos a la puerta del colegio el 6 de enero del año 2000. todos decíamos que estaba loco porque era muy viejo y estabamos seguros de que el no iba a llegar, de hecho no llegó, murió a los pocos años. pero yo estoy seguro de que estuvo en el puerta del colegio ese día, él y muchos de nosotros.
yo desde la locura de mi barcelona de aquel día de reyes, les prometo que estuve.

yours

f.

9:46 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

PD

gracias danir ;)

yours always

f.

9:49 p. m.  

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